23 abr 2011

Robert Pattinson y Reese Witherspoon, cero en quimica


Las criticas de la última película de Robert Pattinson en llegar a la cartelera destacan las calidad de la cinta y critican la nula química entre los dos protagonistas: Robert Pattinson y Reese Witherspoon no pegan ni con cola.
Centrandonos en la novela que da origen a la película. La novela de Sara Gruen “Agua para elefantes”, evoca una época anterior, cuando las ciudades se paralizaban para ver el desfile tradicional de circo por la calle principal, el brillo de oropel podría pasar por el glamour y el olor del aserrín hinchaba el corazón de los chicos.
La novela está ambientada en 1931, pocos años después del apogeo de la Gran Carpa. La Gran Depresión es el sacrificio de los rezagados, y los trajes de supervivencia de barrido de los restos, recogiendo los grandes felinos mordidos de pulgas y artistas muertos de hambre.
Dirigida por Francis Lawrence (“Soy leyenda”) a partir de un guión por el veterano Richard LaGravenese (“PS Te Amo”), la versión de la película hace un buen trabajo equilibrando el exotismo del Circo Hermanos Benzini y la mezquindad que hay en el interior.
Por un lado, estamos viendo el mundo a través de los ojos del nonagenario Jacob Jankowski, recordando sus primeros años veinte cuando por casualidad se subió un tren repleto de bailarines Coochie, payasos, acróbatas, enanos y los animales y es capaz de convencer al director que se puede hacer cargo del cuidado de los animales.
Otro de los personajes centrales de la película es Christoph Waltz como maestro de ceremonias y marido dominante de Reese Witherspoon que es alternativamente encantador y aterrador, presa de la rabia volcánica cada vez que se cruzan. Pero es su mujer, el jinete, Marlena (Reese Witherspoon), y Jacob – Bueno, ella y Rosie el elefante los protagonistas centrales del drama.
Para bien o para mal, este es un melodrama sin pudor a la antigua, una historia de amor dirigida a un público adulto.
“Agua para elefantes” demuestra un tónico para todo aquel que ha tenido hasta aquí con la grandilocuencia visual del actual éxito de taquilla de Hollywood. Espectáculo no tiene por qué ser de conmoción y pavor. La película se despliega como una carpa o un desfile de elefantes: lúgubre, pero imponente.

Lawrence se remonta a un venerable clasicismo de Hollywood, una sintaxis modesta, visual modesto que está en peligro de ser olvidado. Pero a veces Lawrence parece haberlo olvidado. Hay varias escenas donde se puede apreciar lo que él iba a sacar, y hay que hacer un esfuerzo adicional en nombre de la película, sobre todo porque hemos visto hacer antes, y mejor.
El principal problema de la película es no hay un mínimo de chispa entre él y Witherspoon. Parecen más obsesionados con el elefante que en la relación de uno con el otro y eso hace que esta película hermosa quede estancada. Ahora queda el veredicto del público.

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